El Patrimonio Litúrgico de la Hermandad lo constituyen todas las piezas que sirven para el mantenimiento del culto y los rituales de éste, bien mediante piezas que se han ido heredando de siglos atrás, bien de otras de más reciente manufactura que completan las necesidades de nuestro tiempo o las que han acarreado la dignidad de Basílica Menor.
Además de los ternos de los distintos colores de los usos y festividades del año litúrgico, cabe destacar la colección de tejidos, especialmente los paños dedicados a la cubrición del altar. De entre ellos destaca la pieza alençon confeccionada en bordado de encaje en Bruselas al inicio del s. XIX o el paño de púlpito bordado en oro y sedas de colores sobre tisú de plata de fechas similares y que debían usarse ya en la Parroquia de San Lorenzo en las grandes solemnidades de la Hermandad.
De las piezas de orfebrería destaca el sagrario de plata de la Basílica, obra de gran tamaño que idealiza la fachada de San Juan de Letrán a la que se le añade una gran cúpula vaticana. Se trata de una obra de referencia en la producción y diseño del orfebre Juan Brorrero, realizada en el año 2000 por Orfebrería Triana. Anterior es el tabernáculo de la Capilla del Sagrario, realizado por Fernando Marmolejo en plata y con el escudo de la Hermandad en el frontal en 1968. Destaca entre el ajuar de la Hermandad la arqueta en la que se reserva el Santísimo en el monumento eucarístico que la Hermandad iza cada Jueves y Viernes Santo y el templete que lo alberga, ambos de Fernando Marmolejo. De entre los atriles, el actual de la Basílica es contemporáneo, de madera tallada y dorada. Además la Hermandad cuenta con otra de plata, obra anónima del s. XVIII, así como con sacras de Armenta de la primera mitad del s. XX. Otros juegos de limosneras, demandas o dinanderíes son ajuar enriquecido en a lo largo de los años en la Basílica. De entre los copones y cálices, realizados en plata y plata sobredorada, destaca uno con incrustación de pedrería de 1918 debido a Joyería Reyes, o el regalado por la Hermandad de la Macarena en 1965 por la bendición del nuevo Templo.
Las lámparas votivas que se ubican a los lados del altar mayor proceden en buena medida de la reforma de la Capilla de San Lorenzo, de 1897, siendo ampliadas en número y labra desde el traslado al nuevo Templo a la actualidad.
La cruz de altar actual es una pieza con un crucifijo de madera policromada posiblemente del s. XVIII, al que se ha añadido un asta de plata con manzana decorativa en 2012, diseñada ésta por Juan Borrero y ejecutada por Orfebrería Triana. Recientes también son los atributos basilicales, el canopeo se debe a los mismos orfebres, mientras que la umbela reutiliza una cruz anterior de plata con cristal de roca.