A pesar de la adversa climatología, la mañana de Jueves Santo volvió a ser de plenitud y belleza en la Plaza de San Lorenzo y en la Basílica de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, a la que llegaron hermanos, fieles y devotos desde todas las latitudes del mundo para postrarse ante nuestras Sagradas Imágenes, preparadas sobre sus pasos para una nueva Estación de Penitencia.
Desde muy temprano se formaban filas en la plaza de los devotos del Señor. Paralelamente, el Hermano Mayor y la Junta de Gobierno de nuestra Hermandad recibían a las distintas autoridades, con la visita del Obispo Auxiliar, D. Santiago Gómez Sierra a la cabeza de nuestra Iglesia Diocesana, las numerosas representaciones de hermandades, autoridades y entidades civiles que quisieron desear buena Estación de Penitencia y apreciar los pasos.
Destacaba este año en la disposición de los pasos la restauración de los faroles del paso del Señor, que completan la llevada a cabo hace unos años sobre la canastilla, conformando un conjunto insuperable. Para la Estación de este año, en la que el Señor portaba su tradicional túnica lisa, la Santísima Virgen había sido vestida con la saya del s. XIX de cardos, de una autoría más que posible de las Hermanas Antúnez, y el manto azul, diseñado por Garduño y bordado por Fernández y Enríquez en 1991.