Juan F. Lacomba ha querido representar en el encargo de la Hermandad del Gran Poder y el Arzobispado de Sevilla para el cartel del Jubileo de las Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis, la devoción al Señor, en un cartel cargado de simbolismo.
El cartel del Jubileo ha sido presentado en la Basílica del Gran Poder a la finalización de los cultos semanales con la presencia del Delegado Diocesano de Hermandades, D. Marcelino Vilches, el Hermano Mayor D. José Félix Ríos Villegas, el autor de la obra, D. Juan F. Lacomba y el profesor de la Universidad de Sevilla D. Fco. Javier Rodríguez Barberán.
Se trata de una pintura en técnica mixta, en la que se mezclan pastel con óleo y grafito sobre un lienzo de 90×160 cm. en la que Juan F. Lacomba, sin desistir de su habitual paleta de colores y simbolismo, se decanta por la presencia dominante del rostro del Señor, rostro de la Misericordia, que aparece de medio perfil inclinado sobre un fondo en el que predominan el morado, gris y turquesa en distintas texturas, mientras que en la parte izquierda de la obra se recrea esa reprersentación de la extensión doméstica que es el Señor para cada devoto, representado como estampa, o en los miles de azulejos que pueblan la ciudad y el mundo entero. El título de la bula del Papa Francisco por la que se convocaba el Año de la Misericordia “Misericordiae Vultus” encabeza en texto el cartel, mientras que en el margen inferior aparece el lema de la Hermandad “Potestas et Imperium”.
Según el autor, “la elección del perfil del Señor viene determinada por aquella primera vez en la que él a los 14 años vió al Señor en la calle”. En la explicación ofrecida por Juan Lacomba, ha desvelado aquella primera ocasión en la que vió “emerger de la negritud” el rostro del Señor en la esquina de Pedro del Toro y Bailén. Del mismo modo, “aparece rodeado del morado de la túnica del Gran Poder y del verde de la pasión”. En un tercio derecho, desordenadas, “sin necesidad de ser estampas muy bellas, aparecen imágenes de éstas y azulejos, que son recreación de las estampas que se guardan en las casas bajo los cristales, en las camillas, en las mesitas de noche”, no sólo del rostro del Señor, sino también de las manos, pues “en el Señor las manos son tan importantes como el rostro, pues lo único que alcanzamos a tocarle cuando está cada año en besamanos”. Del mechón de pelo, tan característico de Mesa, pende “una luz azul, que es el brillo o la estrella que rodea las oraciones íntimas con la imagen”. Por último, dos lirios (en referencia al modo con el que la literatura evocó al Señor) aparecen conformando un corazón, lugar al que se dirigen los ojos del retrato de Jesús del Gran Poder, “ese corazón es el símbolo de la administración de la Misericordia de Dios, que es el lema y motivo del cartel”.
En palabras de Javier Rodríguez Barberán “…las imágenes que ocupan el centro de la devoción popular desbordan el marco de su propia naturaleza. El Señor del Gran Poder no es tan solo –con ser esto importante- la obra que tallara Juan de Mesa hace ya casi cuatro siglos; es también la visión que resulta de nuestra experiencia, de nuestras miradas, de nuestras oraciones. Así lo ha querido visualizar Juan Lacomba en el cuadro que se hará cartel para conmemorar la salida extraordinaria del Señor con motivo del Año de la Misericordia. Sabiendo que ésta es la razón y el destino del cartel, ha querido mostrar de qué modo se convierte Su rostro en una invitación permanente a la misericordia: por eso conviven los símbolos con las imágenes y la palabra con el silencio del color. Por eso probablemente ha decidido mostrar la faz del Gran Poder y, a su lado, las humildes y necesarias memorias –estampas, retablos cerámicos- de Su presencia, que tan necesaria se vuelve en el día a día.”
El cartel cuya distribución empezará este mismo fin de semana se podrá adquirir en la sala de recuerdos de la Basílica de Jesús del Gran Poder.