AGRADECIMIENTO
En relación con el incendio provocado el pasado lunes en la capilla del Sagrario de la Basílica, la Hermandad del Gran Poder desea agradecer los innumerables testimonios de adhesión y cariño de instituciones, hermandades y fieles en general, recibidos por distintos medios, entre ellos los de nuestro Arzobispo, el Alcalde de la Ciudad o el Consejo General de Hermandades y Cofradías.
Gracias a Dios, la rápida detección y la decidida intervención de tres de nuestras hermanas para extinguir el incendio, impidió que la gravedad del mismo fuera considerablemente mayor, de no haber mediado la misma, limitándose finalmente los daños a una leve afección de la tarima donde reposa el Sagrario, y la pérdida de los dos paños de altar que en ese momento ornamentaban el mismo.
El causante del incendio, identificado gracias a las grabaciones de las cámaras de seguridad de la Basílica, fue detenido y puesto a disposición judicial, decretándose al día siguiente su libertad con cargos, a la espera de juicio, y una orden de alejamiento de la Basílica. La Junta de Gobierno, reunida en cabildo de oficiales, ha decidido no ejercitar la acusación particular, dejando a la Fiscalía y al Juzgado, como corresponde en nuestro ordenamiento jurídico, la calificación y enjuiciamiento de los hechos, y a nuestra aseguradora la posibilidad de repetir contra el causante para el resarcimiento de los daños asegurados.
Por otra parte, se procederá a una revisión tanto de las medidas como de los procedimientos de seguridad actuales, por si fueran susceptibles de mejora, si bien teniendo presente en todo momento, como reiteradamente hemos manifestado, su necesaria conciliación con la condición de lugar de culto y encuentro con Dios que tiene la Basílica, y la necesaria preservación de la intimidad de los fieles, especialmente en la capilla sacramental.
Por último, a la finalización de la misa de hermandad de este viernes, dieciséis de septiembre, el solemne canto del Salmo Miserere, que prescribe nuestra Regla, será sustituido por un acto solemne de Adoración al Santísimo Sacramento.
Que la Misericordia del Señor llene la Tierra.