Carmen Laffón representa al Señor en Besamanos, sobre un fondo vaporoso del color púrpura de los claveles, captando de manera magistral en el rostro la trascendencia espiritual de la Sagrada Imagen.
El IV Centenario de la hechura de nuestro Padre Jesús del Gran Poder ha sido representado y hecho cartel por la que es innegablemente la artista plástica sevillana de mayor importancia en la segunda mitad del s. XX y lo transcurrido del XXI, Carmen Laffón. El ofrecimiento años atrás de Laffón de pintar al Señor y el IV Centenario se han encontrado para servirse de la naturalidad, la cercanía y el intimismo del Gran Poder de Laffón con el hecho extraordinario del año 2020.
En el óleo el Señor aparece representado de tres cuartos, con las manos atadas, en una visión en la que la Sagrada Imagen alcanza una dimensión devocional única, la de su anual Besamanos. Despojado de toda opulencia, vestido con la túnica lisa y sin potencias, Laffón ha plasmado al Señor recreando su universo de atmósferas íntimas, emotivas, en la que la soledad de la Imagen lo refuerza en su mirada de ternura, de misericordia. Dentro de su abstracción contenida, los rasgos del Señor se muestran incitando al espectador a adentrarse en la emoción que transmiten, una emoción interior sugerida, no explícita ni declarada, que va creciendo a medida que nuestra propia mirada se adentra en la del rostro retratado. Con su habitual minuciosidad plasma las manos del Señor, alcanzando su paleta de color a trascender todos los misterios de esas veneradas manos, desde la fuerza que le dio Mesa, a la que le da el pueblo beso a beso.
El cartel del IV Centenario debe encuadrarse en la categoría de retratos de la artista sevillana. Se trata del retrato de un Rey, el Rey de Reyes, plasmado sobre un fondo neutro, del que emerge el elemento sobre el que no cabe mayor distracción, un Rey Cautivo. Los colores del Señor sirven para marcar los planos y plasmar esa soledad no de la imagen, sino la que siente el devoto ante ella, adentrándose con discreción en la amplia paleta de morados, del malva al negro en su túnica. O en los vaporizados tonos púrpura con los que se da textura al plano inferior. Ambos son los colores con los que se viste al Señor.
Carmen Laffón, que se formó como pintora con González Santos y después ingresó en la Escuela de Bellas Artes, completó su formación en Madrid, Roma y París. Recibió el premio Nacional de Bellas Artes en 1982 y es académica de la Real Academia de San Fernando. Artista universal, su obra se ha intentado encuadrar dentro de la pintura realista española, el realismo lírico o de abstracción contenida, aunque ciertamente su estilo debe ser considerado único e independiente de las corrientes con las que ha convivido y a las que se ha mantenido muy unida, tanto en sus años de formación, como de creación en la Galería Mordó, en el Taller, o con sus inseparables compañeros de dibujo.
Con la representación de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, una vez más la obra de Carmen Laffón habla por sí misma, trascendiendo mediante su retrato lo sagrado del misterio esculpido por Juan de Mesa hace cuatrocientos años.
Desde el viernes 31 de enero, el Cartel formará parte de la exposición “Gran Poder. Mesa te esculpió, Sevilla te hizo, a desarrollar en la sede central de la Fundación Cajasol, en la plaza de San Francisco, con acceso desde la calle Álvarez Quintero.